¡Tengo un niño con autismo en el aula!

Cada vez nos encontramos con más alumnos con TEA en las escuelas. El carácter variable del propio trastorno hace que ningún niño con TEA sea igual, y, en consecuencia, tenemos que adaptarnos al máximo a peculiaridades y características de cada caso concreto.

Si tienes un/a alumno/a con TEA en el aula, lo primero que te recomendamos es formación. En primer lugar hay que entender Qué es el Autismo y ponerse en la piel de estas personas.

Para buscar ideas y materiales en este listado encontrarás muchos recursos interesantes y prácticos.

Insistimos en que la formación es lo más importante, pero recuerda que cada niño es único y que lo mejor que puedes hacer es captar sus necesidades y adaptar los materiales a aquella persona tan especial que tienes en el aula. Escucha a la familia, ellos son los que mejor conocen al niño. Empatiza y no juzgues a los padres puesto que antes de llegar a ti, han pasado por muchos otros profesionales, a menudo sin apoyo ni ayuda de nadie.

Recomendaciones

Aquí te ofrecemos algunas ideas y recomendaciones que, como profesionales, deberíamos tener en cuenta.

Artículo práctico sobre la creación de estrategias visuales:
estrategies-visuals.pdf

  • Organiza las actividades paso a paso, siguiendo una secuencia pautada.
  • Un esquema visual, un calendario o un horario con imágenes pueden ser herramientas muy útiles aunque el niño tenga una buena comprensión verbal.
  • Proporciona instrucciones muy claras y específicas. Es mejor: "cerrad los libros, guardad el lápiz y haced fila” que “Hoy hace muy buen día, haremos la clase afuera. En cuanto terminéis, dejad las cosas que saldremos”. No asumas nada, es posible que el niño haya escuchado las instrucciones, pero que no las haya entendido. Quizás ayer lo tenía claro, pero hoy no.
  • Explica con nitidez cuándo se ha terminado una tarea. Algunas educadoras utilizan una foto para explicar cómo tiene que quedar la actividad terminada. Utilizar imágenes es, a menudo, una muy buena idea.
  • Las rutinas, la anticipación, los preavisos suelen ser útiles para los niños con TEA. La paciencia, la flexibilidad y la capacidad de adaptación son habilidades necesarias para trabajar con ellos. Los cambios con una nueva maestra o una salida no programada pueden causar ansiedad y frustración. Informarlos con el tiempo suficiente y facilitarles diversos avisos antes de que empiece una nueva actividad puede servirles de gran ayuda.
  • Utiliza diversas estratégias para enseñar las tareas: visualmente, que un compañero le sirva de ejemplo o utilizando ayuda física.
  • Dirígite a él o a ella en primera persona. Las instrucciones más generales son más difíciles de comprender. Es posible que necesite más práctica que otros niños para dominar algunas tareas.
  • Haz preguntas cerradas. Mejor: “¿quieres leer o dibujar?” que “¿qué quieres hacer?”
  • Dale pocas opciones: mejor escoger entre 2 cuentos que no entre todos los de la estantería.
  • Deja más tiempo para que procese la información, sobre todo la verbal. Los niños con autismo requieren tiempo extra para procesar las instrucciones verbales. Necesitan un lenguaje claro y frases cortas, instrucciones muy básicas, de uno o dos pasos y un período de segundos de espera después de hacerles la pregunta para que respondan.
  • Enséñale y ejercita las habilidades sociales básicas como la toma de turnos, el compartir o la distancia social apropiada. La escuela es un ambiente ideal, y en algunos aspectos presenta condiciones que no pueden reproducirse en casa. ¡Tenemos que aprovecharlo!
  • Comprensión verbal y expresión verbal son aspectos muy diferentes. Muchos niños y niñas con autismo entienden mucho más de lo que sus profesores piensan, y puede ser que no sean capaces de expresar todo lo que realmente quieren decir. Por otro lado, a veces son capaces de recitar frases largas y complejas sin entender lo que están diciendo. Es necesario interactuar con ellos y explorar su realidad para saber qué es lo que realmente entienden y necesitan.
  • Las personas con autismo son muy literales, les cuesta el lenguaje figurado y el pensamiento abstracto. No suelen entender el sarcasmo. Si por ejemplo, el niño tira un bote de pintura al suelo y tu le dices “¡perfecto!” es probable que piense que ha hecho algo bien y que vuelva a repetirlo.
  • Un espacio de relajación o de auto-regulación es ideal para que el niño pueda desahogarse. Lo ideal es tener un rincón tranquilo, con cojines y con algún libro o un poco de su música preferida. Después de relajarse puede reincorporarse a las tareas de clase.
  • Las personas con autismo presentan dificultades de procesamiento sensorial, por lo que será necesario tener disponibles, en el aula, apoyos y recursos sensoriales que ayuden al niño a adaptarse mejor a la rutina diaria de la escuela.